+info | https://www.altimetrias.net/aspbk/verPuertoW.asp?id=14 |
Relive | https://www.relive.cc/view/vr63gBZng86 |
Reel | https://www.instagram.com/reel/C-kfzFrt2Al/?igsh=azBiam01MGZzcjls |
BIG | 697 |
En nuestro recorrido por los puertos más impresionantes del cicloturismo, nos dirigimos a la icónica ciudad italiana de Bormio. Este lugar se alza a 1225 metros y es la puerta de entrada a dos titanes del ciclismo alpino: el Passo di Gavia y el legendario Stelvio. Sin duda, el Stelvio es el gran protagonista de nuestra aventura. Con 21 kilómetros para coronar y un desnivel de casi 1400 metros, es un desafío que pocos ciclistas amantes de la montaña dejarían pasar.
Nuestro ascenso comienza desde Bormio, una vertiente no menos espectacular que la famosa cara de Prato, con sus 48 tornantes. A pesar de no tener el nombre más conocido, esta ruta ofrece una panorámica de belleza y misticismo que no se encuentra en otros lugares. ¡Un puerto que todo cicloturista debería experimentar al menos una vez en su vida!
Nos enfrentamos a un puerto constante, con una pendiente media del 7%, aunque hay tramos donde el desnivel alcanza el 10% o incluso el 12%. A lo largo del recorrido, los ciclistas son animados a disfrutar del entorno, dejando a un lado las prisas y los cronómetros para sumergirse en la atmósfera mágica del Stelvio.
El paisaje es inigualable; desde una cascada majestuosa que se precipita desde la montaña, hasta la majestuosidad de la cordillera del Gran Paraíso que se revela con cada pedaleo. Sin embargo, esta maravilla natural no está desprovista de desafíos. El tráfico ocasional y algunas zonas sin sombras hacen que mantenerse atento sea crucial, especialmente en días calurosos.
En nuestra experiencia, el puerto premia a los pacientes con vistas impresionantes y tramos más llevaderos que invitan a recuperar el aliento y apreciar el entorno. Es en estos momentos donde podemos realmente conectar con la esencia de cicloturismo, la aventura y la superación personal.
Al acercarnos al final, el Stelvio no deja de sorprendernos, con sus últimos kilómetros que representan un verdadero reto al determinar el aliento y la resistencia del ciclista. Sin embargo, llegar a la cima es una experiencia inolvidable que deja huella y que sin duda se convierte en uno de esos momentos memorables para cualquier entusiasta del ciclismo de montaña.
Con la satisfacción de haber conquistado esta cumbre, concluimos nuestro viaje con la esperanza de haber transmitido la esencia y el encanto del Stelvio, deseando que inspire a más ciclistas a enfrentarse a este desafiante pero asombroso puerto de montaña.
Tras la zona famosa de curvas, valle "relajado" subiendo el Passo dello Stelvio desde Bormio