Mirador de Moro Velosa

El Mirador de Morro Velosa, un puerto de montaña situado en la isla de Fuerteventura, ofrece a los valientes ciclistas una experiencia única. La ascensión, parte del famoso reto de "puertos en 360 grados", comienza en los Llanos de la Concepción, una zona con un aspecto lunar característico de las Islas Canarias.

La subida al puerto se realiza a través de una carretera bien asfaltada y normalmente libre de fuertes vientos, algo que se agradece en este entorno árido. Aunque el paisaje es escaso en vegetación, sus contadas palmeras añaden un toque pintoresco al ambiente volcánico de la isla.

Miguel Ángel Granero, quien realizó la subida en una bicicleta Specialized de alquiler equipada con un grupo Shimano 105, describe la experiencia como una serie de sorpresas agradables. Comenta que el puerto, con una longitud aproximada de 7.6 km y un desnivel de 446 m, va de menos a más en términos de dificultad, presentando algunas rampas que llegan hasta el 12% en su tramo final.

La ruta se presenta tranquila, con tráfico poco frecuente y carreteras que permiten a los ciclistas mantener un ritmo constante. A medida que se asciende, las vistas desde el puerto son impresionantes, con el horizonte extendiéndose sobre la tierra marrón que caracteriza a Fuerteventura. La singularidad del paisaje invita a que no sólo se contemple el puerto, sino también se disfrute de la isla en su totalidad, explorando lo que Betancuria y sus alrededores pueden ofrecer.

Durante la subida, se destaca la presencia de compañeros como Abelardo, quien acompaña a Granero en este desafío, parte de una simbiosis ciclista que añade valor a la experiencia. A pesar de las rampas exigentes en el tramo final, el ambiente amigable y el asfalto razonablemente bueno hacen que el reto sea disfrutado.

El final del puerto, situado en el conocido mirador, ofrece no sólo la satisfacción de haber completado la escalada, sino también vistas panorámicas que valen el esfuerzo. Granero destaca que el viaje no debería limitarse a subir y bajar el puerto, sino también explorar y conocer las peculiaridades de la isla, aprovechando la oportunidad para descubrir lugares que de otra manera podrían pasar desapercibidos.