CIMA | CS01 |
Más Información | Ver perfil en Altimetrías |
Relive | Ver recorrido en Relive |
La provincia de Castellón ofrece uno de los enclaves más pintorescos para los ciclistas: el ascenso al Coll de Fredes por la CV-150. Este puerto es conocido por su belleza natural y por los retos que presenta a los ciclistas que se atreven a ascender sus 21 kilómetros. Aunque no es un puerto de extrema dureza, con un promedio del 3,6% y rampas que alcanzan hasta el 12%, es una subida que requiere paciencia y resistencia.
Durante la ascensión, se observan diversas vertientes y se ofrece la posibilidad de elegir entre el tramo clásico por el monasterio o dirigirnos por caminos menos conocidos. Esto brinda una diversidad única de paisajes, desde bellos desfiladeros hasta amplias zonas abiertas al sol y el viento.
El recorrido no solo ofrece retos físicos, sino también mentales. En días de viento, la perseverancia del ciclista será puesta a prueba, haciendo de esta ruta una oportunidad para entrenar tanto la paciencia como la resistencia. No sorprende que ciclistas locales como Lucas y Rubén, que acompañaron a la travesía y fueron entrevistados, compartan secretos y su pasión por este deporte en esta región. Lucas, por ejemplo, relató cómo comenzó su afición a la bici desde la montaña y, con el tiempo, se involucró en marchas más largas y desafiantes. Rubén, por su parte, manifestó su afinidad por utilizar la carretera para entrenamientos ocasionales, privilegiando una mezcla de entrenamiento y disfrute.
La carretera se encuentra en excelente estado, lo que facilita disfrutar de la naturaleza y del paisaje. Las conversaciones entre ciclistas sobre las dificultades del terreno y las anécdotas de sus experiencias pasadas son una constante entre risas y compañerismo. Además, la zona del monasterio, visible en el ascenso, proporciona unos espectaculares miradores y curvas conocidas como herraduras que alivian visualmente el camino.
El Coll de Fredes también forma parte del reto CIMA, lo que lo convierte en un destino deseado para quienes buscan marcar este puerto en su lista de ascensiones. Este reconocimiento no solo añade prestigio al ascenso, sino que también incentiva a los ciclistas a explorar más rutas en la península.
Finalmente, los cicloturistas son invitados a disfrutar del entorno más allá del pedal. La subida promete un recorrido lleno de belleza y retos que, sin duda, valen la pena visitar y vivir. Recomiendan para aquellos que veranean cerca de la playa realizar este recorrido con su bicicleta, agregando una experiencia única a sus vacaciones.
Pelotón en la marcha Avapace 2015
Y se nos hizo de noche en el puerto de Ventana