San Gottardo

Nos encontramos en Airolo, Suiza, cerca de la frontera italiana, un lugar icónico para los amantes del ciclismo de montaña. Desde aquí parten dos puertos de referencia: el Nufenenpass y el mítico Passo San Gottardo, que es nuestro destino a explorar. Pese a su no tan conocida historia ciclista, el San Gottardo es famoso por su tramo final caracterizado por un pavé peculiar que pone a prueba tanto la técnica como la resistencia.

El recorrido que realizamos abarca aproximadamente 14 kilómetros, con una pendiente media del 7%, lo que lo hace un desafío sostenido pero asumible. Es crucial mantener el esfuerzo equilibrado y gestionar bien las fuerzas. En preparación, llevamos en mente que nos enfrentamos a un desnivel acumulado de 932 metros hasta alcanzar cerca de 2100 metros de altitud.

Durante la subida, el calor es notable, y resaltamos la importancia de encontrar puntos de agua. Advertimos que nuestro ascenso fue complicado debido a que no llevábamos los bidones llenos y nos costó encontrar fuentes. Sin embargo, completamos la hazaña apoyados por una suave brisa que hacía el clima más llevadero.

Al acercarnos a la célebre sección del pavé, las vibraciones aumentaron, así que es esencial mantener el control y la concentración en estos tramos desafiantes. Nos percatamos de que, en distintas ocasiones, el viejo asfalto proporciona un breve respiro antes de retornar al rudo pavé.

Finalmente, la vista del valle desde el puerto es inigualable. El paisaje espectacular que se vislumbra desde lo alto nos recompensa por todos los esfuerzos invertidos. Durante el ascenso animamos a todos los ciclistas a planificar bien sus fuerzas y llevar un buen equipamiento, sobre todo un culote de calidad, para hacer más cómoda la escalada por estas superficies exigentes.