Alcublas

La subida al Puerto de Alcublas desde Lliria es una experiencia desafiante para los ciclistas que buscan probar sus habilidades en un terreno que no perdona. Con un día ligeramente nublado, la ausencia de árboles deja a los ciclistas expuestos al sol, aunque esta vez la temperatura se mantiene agradable. Este puerto es famoso por ser un lugar ideal para entrenamientos debido a su inclinación constante que invita a trabajar la resistencia y potencia. El recorrido, que comienza en Lliria, va aplicando pequeños repechos que hacen la ascensión más llevadera, aunque también cansina en algunos momentos.

El trayecto abarca diferentes tipos de cultivos, como el regadío de naranjos y olivos de secano, que acompañan a los ciclistas a lo largo del camino, añadiendo un elemento visual atractivo a la ruta. Las constantes subidas y descensos del terreno permiten disfrutar de la variedad del paisaje, mientras que la vista de la ciudad de Valencia y el Mar Mediterráneo recompensan el esfuerzo al casi coronar el puerto.

El terreno, inicialmente suave con un 2% a 3% de inclinación, se va poniendo más serio al avanzar. Estos porcentajes engañosos, aunque no exigentes, se mantienen constantes, lo que puede agotar gradualmente las fuerzas. En el tramo final, en especial los últimos cinco kilómetros, el puerto de montaña ofrece unas vistas impresionantes que dejan ver hasta lejos la ciudad de Valencia, que junto con el aire fresco, hacen que cada pedalada tenga un sentido.

Es un lugar popular tanto para ciclistas como para motociclistas, aunque a veces la acumulación de ambos grupos en la carretera pueda causar tensión. Afortunadamente, la camaradería entre ciclistas siempre está presente, promoviendo un ambiente de colaboración y respeto mutuo. El puerto de Alcublas no es considerado uno de los más duros, pero su constancia en el ascenso y sus bonitos paisajes aseguran una experiencia gratificante para quien se atreva a aceptar el reto.

La finalización del ascenso ofrece una posibilidad de descanso visual y físico. Una vez en la cima, el regreso puede hacerse disfrutando de un descenso rápido por un asfalto generalmente en buen estado. Este lugar se convierte en una opción fantástica para una sesión virtual de rodillo, transportando su encanto a quienes buscan entrenar desde casa.