Miserat

Como el Ying y el Yang. Así se pueden definir los dos puertos que dan comienzo en la población alicantina de Pego.

Si hace unas semanas presentábamos la bonita y llevadera subida a Ebo, en esta ocasión es la dura, exigente y por momentos extrema subida a las antenas o caseta de vigilancia forestal situada en el Miserat o Pico Xillibre, que le dan nombre.

Más nos vale ir bien mentalizados, con desarrollo suficiente y un nivel de forma bueno si no queremos pasarlo muy mal en los kilómetros por encima del 10% de media que tiene, e incluso zonas que superan el 20%, en donde mirar hacia adelante... duele.

Eso sí, la recompensa final está a la altura del esfuerzo y la exigencia del puerto, pues las vistas que podremos disfrutar desde arriba, tanto del interior, como del Mediterráneo, son increíbles. Incluso en días claros podremos ver Ibiza.

Ojo que es una subida muy abierta, por lo que el sol le da un plus de dureza (como si aún necesitara más), y arriba no hay donde poder rehidratarnos.

Aún así, la subida es algo benévola y a mitad de la misma nos ofrece un buen tramo suave donde poder reponernos algo del esfuerzo realizado hasta ese momento y así mentalizarnos adecuadamente para los que nos faltan.

Indicar que hace algo menos de un año que reasfaltaron una buena parte de la subida, lo que facilita el rodar y agarre de la bici.

Hay dos vertientes más, una por Ebo bastante menos exigente, y otra por Absubia, que aunque no lo creas, aún es más extrema.

Pero estás ya os las enseñaremos en su momento.

El Miserat no es miserable, pero si misterioso.