Nuestro tercer día decidimos subir el Stelvio por Bormio, un puerto muy largo y bonito ya desde el principio, pasando por diferentes galerías con semáforos y llegando a las famosas zonas de curvas de herradura, hasta llegar a la frontera con Suiza y coronar en una cima siempre llena de moteros, ciclistas y conductores de deportivos de lujo.
Llama la atención la cantidad de ciclistas subiendo el puerto, cualquiera diría que aquello es una marcha cicloturista de ver semejante procesión.
Impresionantes sucesión de curvas de herradura subiendo el Stelvio por Bormio
Impresionantes curvas de herradura subiendo el Stelvio por Bormio
Alguien se cansa de mirar las curvas del Stelvio
Increíble la subida al Stelvio y sus curvas
Tras bajar el Stelvio decidimos subir otro puerto que también sale de Bormio, Torre di Fraele, un puerto normal en sus inicios pero con unos kilómetros finales rematados de curvas de herradura y coronando en un par de torres de vigilancia sobre las rocas con grandes vistas.
Torre di Fraele, un puerto con encanto y bonito final
Torre di Fraele, la cumbre
Serpenteando para subir a la Torre de Fraele
En Strava: https://www.strava.com/activities/1066926429
Hoy para darnos el día de relax, decidimos ir a los baños termales gratuitos de Bormio, también llamados Baños de Leonardo.
Desde luego siempre es de agradecer pasar un rato relajados.
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Desafío de altura en Hoz de Jaca