Monte Faro

La subida al Monte Faro en Domaio, Pontevedra, ofrece a los ciclistas una experiencia memorable por sus impresionantes panorámicas y la exigencia del recorrido. Iniciando cerca de la pintoresca población de Palmas, el ascenso se extiende a lo largo de casi 8 kilómetros con una pendiente media de 7.5%, presentando tramos especialmente empinados donde el desnivel llega al 15% en algunos segmentos.

Desde el inicio, los ciclistas se enfrentan a rampas considerables con secciones que alcanzan el 9.8% de inclinación, lo que establece un desafío para incluso los más experimentados. Sin embargo, la diversidad del paisaje compensa el esfuerzo: el camino está rodeado de frondosos bosques que proporcionan sombra y alivio del sol gallego, mientras que las vistas sobre las Rías Baixas revelan la majestuosidad de la naturaleza gallega.

A medida que se asciende, la carretera, aunque en buen estado en la mayor parte del trayecto, requiere precaución en algunas zonas debido a baches y socavones. Es aconsejable adaptar la marcha y mantener un desarrollo adecuado para afrontar los tramos más duros, ya que una vez alcanzados los 610 metros de altitud con un desnivel acumulado de 580 metros, el sentido de logro es inmenso.

Durante la ruta, distintas fuentes proporcionan la posibilidad de avituallamiento, convirtiendo al Monte Faro en un puerto no solo desafiante, sino también pintoresco y lleno de contrastes. La cima culmina con la llegada a las antenas de radiodifusión, donde se puede disfrutar de un bello mirador que ofrece vistas incomparables, perfectas para finalizar la ascensión con una satisfacción total.

El Monte Faro, incluido en el conocido reto CIMA, representa no solo un reto físico, sino también una oportunidad para conectar con la espectacularidad de la Galicia rural. Con un coeficiente APM de 163, este puerto ofrece tanto a novatos como a veteranos una experiencia que trasciende el deporte, dejándoles con una sensación de plenitud y bajo la promesa de un regreso futuro para revivir esta extraordinaria ascensión.