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El puerto de Contreras es una joya montañosa que aguarda una historia rica en ciclismo y arquitectura. Este icónico puerto, situado entre la cuenca del río Cabriel y la provincia de Valencia, ha sido testigo de competiciones históricas, como la desaparecida prueba entre Madrid y Valencia de los años 40, compartiendo el valor simbólico de clásicas carreras europeas de un solo día.
El camino hacia el puerto se inicia en un entorno geográfico impresionante, enmarcado por estructuras de ingeniería de ensueño. La carretera que lo recorre está catalogada como una de las mejores de la historia de España, reconocida por su detalle arquitectónico y su magnífico trazado que serpentea a través de reservas naturales y parques de la biosfera.
Durante el ascenso, los ciclistas pueden apreciar la belleza de los muros de piedra y las herraduras de diseño destacable que permiten abordar el desnivel de manera más cómoda. La altimetría del puerto ha sido adaptada para no superar pendientes extenuantes, asegurando la seguridad y disfrute tanto de ciclistas como de peatones que desean explorar sus alrededores.
Además, el puerto se encuentra dentro de la reserva de la biosfera del valle del Cabriel, un enclave natural donde aún perviven ecosistemas prístinos y ríos de aguas cristalinas. No es inusual encontrarse con nutrias, cabras salvajes o incluso atravesar tramos de río en piragua, todo ello entre paisajes que recuerdan a las amplias áreas naturales del Canadá.
En una destacada parada en la Venta de los Contreras, los ciclistas pueden disfrutar de un descanso revitalizante acompañado por la historia del lugar. En este contexto, se ha entrevistado a Fidel García Berlanga, quien ofreció una visión detallada de la importancia histórica de las ventas como puntos de relevo y descanso vitales en épocas pasadas. Las ventas estaban destinadas a servir a los antiguos conductores de diligencias y se han transformado en paradas apreciadas para ciclistas de todas partes.
Finalmente, existe un movimiento para proteger este entorno, reconociendo a este puerto por su valor cultural y natural. La idea de futuras pruebas ciclistas que resalten su belleza y patrimonios es un testimonio del esfuerzo comunitario para preservar esta joya del ciclismo en España.

Subiendo el puerto de Pajares hacia la cima

Entre rocas y pradera seca, la recta se hace eterna subiendo Navalmoral