Collado de Hoz

El Collado de Hoz, ubicado en el impresionante desfiladero de La Hermida, Cantabria, se presenta como un destino ideal para los aficionados al ciclismo de montaña. En pleno corazón de los Picos de Europa, esta ruta ofrece un recorrido de aproximadamente 10 km, con pendientes entre el 5 y el 6%, y algunas secciones que alcanzan el 7-8%, pero sin llegar a ser excesivamente exigentes. Apta para la mayoría de los ciclistas, especialmente con un desarrollo adecuado como un 34x28, esta subida es perfecta para quienes buscan disfrutar del entorno sin grandes dificultades.

Durante el recorrido, se destaca la camaradería entre los ciclistas, con Iñigo Lavado y Manolo Rodríguez acompañando a Miguel Ángel Granero en esta ascensión. Iñigo Lavado, un reputado chef, habla sobre la importancia de disfrutar de la subida en buena compañía y con ilusión, comparándolo con los ingredientes necesarios para un buen plato. Manolo Rodríguez, por su parte, comparte anécdotas personales, resaltando la importancia del compañerismo y el humor durante largas jornadas en la bicicleta.

El recorrido demuestra ser no solo una prueba física sino también un espacio para compartir historias y risas, como la entrañable disputa por unos calcetines, símbolo del esfuerzo compartido entre amigos. Además, el paisaje ofrece un espectacular entorno montañoso, con caminos bien asfaltados y herraduras que permiten disfrutar de vistas tanto del valle como de las cumbres.

En las zonas más abiertas, donde el sol y el aire golpean con mayor intensidad, el puerto muestra un carácter diferente, aunque sigue siendo accesible para ciclistas de diversos niveles. Con zonas de descanso en su tramo final, el Collado de Hoz permite no solo un reto físico sino también un espacio de reflexión y disfrute del ciclismo en su máxima esencia.

Hablar de este puerto es también hablar de la comunidad ciclista, donde las diferentes perspectivas y experiencias de sus miembros enriquecen el trayecto, haciendo de cada ascensión una vivencia única. Con historias de retos personales y disfrute compartido, el Collado de Hoz no solo es un destino ciclista, sino un encuentro de pasiones dentro de un entorno natural incomparable.