Casielles

La espectacular subida a Casielles, en el corazón del Principado de Asturias, es un desafío que todos los ciclistas amantes del ascenso deberían vivir al menos una vez. Este tramo, apodado cariñosamente como el "mini Alpe d'Huez" asturiano, es conocido por sus numerosas curvas de herradura —un total de 23 en tan solo 3,5 kilómetros— que pueden dejar sin aliento a más de uno. El recorrido tiene pendientes que llegan hasta el 20%, destacando un kilómetro al 14%, y en esta aventura está el desafío de manejar el esfuerzo y la técnica en una ruta donde no hay respiro.

El recorrido comienza cerca del río, y desde aquí se adentra en un terreno montañoso con vistas impresionantes que bien merecen la pena el esfuerzo. A medida que se avanza, la carretera se abre paso entre paisajes de impresionante belleza natural, y aunque el sol pueda aumentar la dificultad, es un compañero inseparable de esta aventura ciclística. El buen estado del asfalto ayuda a muchos ciclistas a disfrutar de una mejor tracción y un ascenso eficaz.

A lo largo del recorrido, es importante gestionar bien las fuerzas, aprovechar las pequeñas zonas de descanso entre curvas y mantener una hidratación adecuada, ya que las temperaturas pueden subir hasta los 30 grados. Un soplo de aire fresco en el tramo final es un alivio para la subida desgastante que culmina en el pequeño pueblo montañoso de Casielles.

En este último esfuerzo hacia la cima, entre casas enclavadas en la montaña, se puede disfrutar de la tranquilidad del entorno y la satisfacción del logro de haber conquistado uno de los templos del cicloturismo. Este puerto, que desafortunadamente no forma parte del recorrido de la Vuelta a España, deja una increíble impresión en aquellos que lo coronan.

La subida a Casielles es más que un reto, es una experiencia que regala memorias imborrables a aquellos que conquisten sus imponentes curvas de herradura. Esta ascensión es un imprescindible en el currículum de cualquier escalador.