CIMA | SC01 |
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Nos encontramos en la isla de La Palma, listos para afrontar el desafío del Puerto del Pilar, que se presenta ante nosotros como un recorrido intenso y lleno de espectaculares vistas. Partiendo desde el cruce en San Pedro Breña Alta, nos enfrentamos a una ascensión de 14 kilómetros con una inclinación media del 8.1%. Este puerto es reconocido tanto como un "cima" como un "big" debido a su dificultad y belleza.
La subida nos promete diversidad con segmentos al 10% y un desnivel acumulado de aproximadamente 1200 metros. Nos embarcamos en esta aventura para documentar y descubrir este puerto menos transitado y completar el reto cima, un reto que, aunque pueda finalizarse en cifras, sigue inspirándonos a seguir descubriendo nuevos horizontes.
A lo largo de la ruta, la vegetación verde y exhuberante nos envuelve y nos ofrece una experiencia única en este entorno volcánico. La cercanía del Atlántico contribuye a su clima menos caluroso y más agradable, creando un escenario perfecto para ciclistas que buscan no solo el desafío físico, sino también la belleza natural.
El asfalto en excelente estado nos permite disfrutar más de la subida mientras contemplamos cómo el sol se refleja en el mar, una vista que hace aún más gratificante el esfuerzo. Sentir que el puerto nos esconde una sorpresa a cada metro es una motivación constante para seguir adelante.
Nos acompañan momentos en los que el desnivel parece darnos un respiro, pero a veces esos descansos pueden interrumpir nuestro ritmo, haciéndonos sentir la dureza real del recorrido. Sin embargo, a lo largo de la ascensión, nos topamos con tramos de asfalto impecable y tráfico escaso, lo que añade un plus de seguridad y disfrute.
Finalmente, el último tramo del puerto nos regala un entorno natural casi mágico, con el canto de los pájaros y una altitud que roza los 2400 metros, llevándonos a un colofón grandioso en la cima del Puerto del Pilar.
La falta de fuentes es quizás el único elemento que echamos en falta en este recorrido que casi completamos en menos de hora y media, tiempo en el cual nos compenetramos con el paisaje y el reto de La Palma. Este puerto es una joya escondida que nos invita a seguir explorando y a siempre mantener el amor por el ciclismo y la naturaleza. ¡Una verdadera experiencia que recomendamos vivir en primera persona!
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