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La ascensión al puerto desde Casinos nos brinda un recorrido muy accesible y repleto de alicientes paisajísticos. Partimos de un enclave frecuentado por ciclistas y grupos que buscan rutas agradables y almuerzos típicos de la zona, y desde aquí arrancamos la subida, no excesivamente popular entre los ciclistas de Valencia debido a su ubicación algo desplazada respecto a las rutas más habituales.
Durante los primeros kilómetros, se disfruta de un tramo muy llevadero con pendientes suaves. Esta parte, de largas rectas y paisaje abierto, nos permite disfrutar de vistas espectaculares sobre la provincia, llegando incluso a visualizar la costa y el mar en días claros. El ambiente es especialmente limpio después de la lluvia y, si tenemos suerte, un cielo despejado ameniza aún más la experiencia.
En esta ocasión, ascendimos en compañía de Alicia, una excelente deportista de Lliria con trayectoria en triatlón, duatlón y trail. Mientras compartimos ruta, Alicia nos cuenta cómo se enganchó tarde al deporte pero ha terminado sumando en su palmarés triatlones, maratones y algún podio. Se destaca la importancia de romper barreras y lanzarse a participar, incluso aunque la preparación o la forma física no sea la ideal, como muestra ella con su actitud positiva.
La ruta atraviesa el pintoresco centro de Casinos, donde conviene extremar la precaución ante el paso de vehículos. Llegando a la rotonda que enlaza con la vertiente desde Lliria, entramos en el tramo más reconocible de la subida, con señales por kilómetro y porcentajes que se van tornando más exigentes. Destaca un primer kilómetro al 7%, con algún pico al 10-11%, y una curva de herradura que aporta ese punto ciclista tan especial.
Aunque el puerto no es muy duro, su longitud y los tramos completamente expuestos al sol requieren gestionar bien las fuerzas, sobre todo si se afronta con ganas de apretar. Para los días calurosos, conviene tener en cuenta que la sombra es escasa, consecuencia de un gran incendio en 2012 que arrasó buena parte de los pinares, aunque ya se observa cómo poco a poco el monte se va regenerando.
Esta es una ascensión que recompensa en todo momento con vistas a la costa, al Montgó y montañas del interior. En verano se convierte en un termómetro para el fondo físico, aunque tras coronar nos espera la refrescante presencia del pueblo de Alcublas y su fuente. El asfalto está en muy buenas condiciones, lo que convierte la bajada en un auténtico disfrute.
La subida está incluida en el Reto CIMA. Cabe mencionar que, si se busca un reto mayor, es posible enlazar directamente con la ascensión a la Avellida, sumando un desnivel más considerable y aumentando la magnitud de la jornada.
La subida, siempre gestionable y asequible para cualquier ciclista, se vuelve especialmente animada si se realiza en grupo, pues ese tramo final dan ganas de darlo todo al ver a otros ciclistas cerca. También hemos coincidido con otros compañeros que han podido compartir anécdotas de grandes puertos del Pirineo, mostrando cómo esta pasión por la bicicleta une diferentes historias y metas.
Los paisajes, la amabilidad del entorno y la posibilidad de seguir enlazando con otras rutas convierten al puerto de Alcublas en una opción muy recomendable tanto para quienes buscan introducirse en los puertos largos como para quienes quieren enlazar una gran jornada de ciclismo por el interior de Valencia y Castellón.
Ascendiendo entre paredes rocosas en el Coll de Cascalls
Disfrutando de las Curvas y Paisajes en la Ascensión a Lagunas de Neila