Font del Partegat

La subida a la Font del Partegat, ubicada en el interior de Alicante, es un desafío para cualquier ciclista que se aprecie. Con aproximadamente 8 kilómetros que presentan una pendiente media del 8.5% y tramos que superan el 10%, se establece como una de las más exigentes de la región. Los aventureros que se atrevan a conquistar este puerto deberán enfrentarse a un asfalto irregular y desniveles desafiantes, todo enmarcado por un paisaje espectacular que se extiende por dos partes principales.

La ascensión comienza en el pintoresco pueblo de Beniardá, cuyos estrechos callejones ofrecen un encanto particular antes de adentrarse en la carretera que conduce a Confrides y luego a Benifato. Este primer tramo, aunque menos riguroso, sirve como preludio para lo que está por venir: tres últimos kilómetros hacia la cima que son especialmente duros, con cambios de asfalto y tramos de cemento.

A lo largo del recorrido, las vistas al pantano de Guadalest y el castillo homónimo acompañan a los ciclistas, quienes son retados no solo por la inclinación del terreno, sino también por el viento que sopla ocasionalmente, haciendo la subida aún más complicada. Paradójicamente, el tiempo invernal añade un toque pintoresco con nieve en los laterales y hielo en la ruta, un escenario que no ha desalentado a los ciclistas a enfrentarse a tales condiciones en el pasado.

Las partes cementadas, aunque más llevaderas en apariencia, no son suficientes para compensar lo que Miguel Ángel Granero considera una infraestructura en necesidad de mantenimiento urgente. A pesar de contar con sectores recientemente restaurados, todavía quedan tramos significativos que presentan baches y gravilla sueltos. Esto hace que la precaución sea esencial en cada descenso, recordando las zonas más complicadas para evitarlas con habilidad.

Granero comenta sobre la importancia de elegir un desarrollo adecuado, especialmente sugiriendo un 34-28 para quienes aún no estén al nivel de los ciclistas profesionales, pero que buscan desafiar sus propias capacidades. También menciona la imprescindible parada en la fuente del Partegat en la cima, un sitio renovado y perfecto para rehidratarse después del esfuerzo.

En definitiva, la Font del Partegat es una experiencia ineludible para quienes busquen un verdadero reto ciclista rodeados de belleza natural. A pesar de sus inconvenientes estructurales, las satisfacciones que ofrece este puerto justifican plenamente la aventura.