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El Alto de Trabanca es una subida situada en la provincia de Salamanca, que comienza justo después de cruzar el puente de San Lorenzo sobre el río Tormes. Este puerto, de unos 6 kilómetros de longitud con una pendiente media del 5%, se caracteriza por su trazado rectilíneo y un asfalto en condiciones aceptables. Aunque no presenta grandes dificultades, se recomienda prudencia en los descensos, debido a que el pavimento puede tener algunas irregularidades.
Desde el inicio, el recorrido ofrece bonitas vistas del valle y un entorno natural atractivo. A medida que se avanza, la subida se mantiene constante, con algunas curvas suaves y zonas con sombras proporcionadas por los árboles. Esto permite a los ciclistas disfrutar de una experiencia más fresca, especialmente en los días soleados.
El puerto es parte del reto CIMA, y su accesibilidad lo convierte en una opción interesante para cicloturistas de todos los niveles. No se trata de una subida demasiado exigente, aunque algunos tramos alcanzan pendientes del 9% y 10%, ofreciendo cierto reto. Sin embargo, la mayor parte del recorrido es suave y llevadero, lo que permite disfrutar del entorno sin preocuparse demasiado por la dificultad técnica.
A lo largo de la ascensión, el tráfico es escaso y no resulta molesto para los ciclistas, lo que contribuye a la sensación de tranquilidad y paz que caracteriza esta ruta. Además, cerca de la subida, hay una fuente donde se puede reponer agua, un detalle que siempre es bien recibido por quienes recorren este tipo de puertos.
El puerto concluye a las puertas de la localidad de Trabanca, después de haber superado unos 300 metros de desnivel acumulado. Es un puerto ideal para quienes buscan una subida moderada en la que puedan disfrutar del paisaje y de una jornada tranquila sobre la bicicleta. La combinación del Alto de Trabanca con otras rutas cercanas, como la subida a Fermoselle, permite a los cicloturistas planificar rutas más largas y variadas.
En resumen, el Alto de Trabanca es un puerto con encanto, apto para ciclistas de todos los niveles que quieran disfrutar de una subida moderada en un entorno natural privilegiado. A medida que se avanza hacia la cima, la ruta se torna más rectilínea y ofrece vistas más amplias del paisaje, culminando en un altiplano que anticipa la llegada a Trabanca. Un puerto para disfrutar, sin prisas, de todo lo que la naturaleza y el ciclismo tienen para ofrecer.
Ya casi llegamos al Passo Foscagno!
Iniciando el puerto por la carretera rodeada de árboles en Valdezcaray, La Rioja