Hoy analizamos una de las rutas ciclistas más icónicas de Italia: el Paso Tonale. Aunque en esta ocasión la intención inicial era dirigirse al legendario Passo Gavia, se decidió tomar un desvío para explorar el Tonale y sus encantos. Desde el punto de partida en Temù, la ascensión promete un recorrido largo pero constante, ofreciendo 14 kilómetros de desafío con una pendiente media cercana al 5%.
El Paso Tonale se eleva hasta los 1,883 metros de altitud, superando incluso al famoso Mortirolo. La ruta pasa por Ponte di Legno, desde donde el tráfico disminuye y los ciclistas pueden disfrutar de una carretera tranquila, ideal para concentrarse en el ascenso y disfrutar de las cambiantes vistas montañosas.
Durante la subida, es recomendable aprovechar las sombras del camino para combatir el calor que, aunque no muy intenso, se deja sentir durante el esfuerzo físico. El recorrido incluye secciones más desafiantes, con pendientes cercanas al 8%, aunque la mayor parte del trayecto se mantiene en torno al 5%, permitiendo un ritmo llevadero para los ciclistas.
A lo largo del trayecto hacia la cima, los ciclistas pueden encontrar pequeñas pausas bajo una ligera brisa refrescante, lo que alivia un poco el esfuerzo. La carretera también cruza pequeños núcleos urbanos, como un campo de hockey sobre hielo, y ofrece impresionantes vistas de Ponte di Legno, destacándose sobre el paisaje italiano.
Con un recorrido de aproximadamente una hora para coronar, el Paso Tonale se presenta como una opción atractiva para aquellos que buscan un reto intermedio en los Alpes italianos. Con su mezcla de pendientes, belleza paisajística y tranquilidad en la carretera, es una subida que merece ser explorada y disfrutada.
Ascenso invernal al Puerto de Montmayor
Ascendiendo por el Jaunpass, rodeado de naturaleza y paz