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Explorar el Pico del Ave desde el río Júcar es una experiencia inolvidable para cualquier aficionado al ciclismo. La ruta se inicia en el puente sobre el río Júcar, situándose entre las localidades de Millares y Dos Aguas, en el interior de la provincia de Valencia. Esta vertiente del Pico del Ave es conocida por su dureza y exigencia, ofreciendo a los ciclistas un desafío constante.
La travesía comienza con una ascensión hacia Dos Aguas. El paisaje es árido, predominando el monte bajo y escaseando la vegetación, lo que hace que las sombras sean un bien preciado en esta parte del recorrido. Durante los días calurosos, el impacto del sol puede ser bastante intenso, por lo que es aconsejable estar bien provistos de agua antes de comenzar la subida desde Millares, donde se puede encontrar una fuente apta para abastecerse.
A medida que se avanza, el asfalto se presenta en condiciones óptimas, aunque el desafío se incrementa en la sección final que lleva al Pico del Ave, donde el terreno vira a sterrato (camino no pavimentado) y cemento, aumentando la complejidad del reto para los ciclistas.
Una parte notable del recorrido es el ascenso al puerto de Dos Aguas. En este segmento, las condiciones del clima y el tipo de terreno juegan un papel crucial. Posteriormente, al alcanzar la población de Dos Aguas, los ciclistas pueden optar por dirigirse a la izquierda hacia el puerto de La Muela o seguir adelante hacia el objetivo final: el Pico del Ave.
Este último tramo, hacia Fuente Real, es particularmente exigente, especialmente cuando se afronta la rampa del 12,8% de inclinación antes del desvío que corona en el Pico del Ave. No obstante, el esfuerzo es ampliamente recompensado con las vistas espectaculares desde la cima, donde se aprecian las antenas y la caseta de vigilancia forestal, puntos emblemáticos que señalan el fin de la subida.
El último kilómetro pone a prueba la resistencia del ciclista, pero a la vez ofrece una oportunidad única para disfrutar de una perspectiva incomparable del paisaje valenciano. Los cicloturistas son animados a aprovechar las sombras y mantenerse hidratados durante todo el recorrido para disfrutar plenamente de esta experiencia, que, sin lugar a dudas, es una de las ascensiones más bonitas y desafiantes de la región.
Ya casi llegamos al Passo Foscagno!
Iniciando el puerto por la carretera rodeada de árboles en Valdezcaray, La Rioja