San Isidro

Ubicado en el pintoresco concejo de Aller, Asturias, el Puerto de San Isidro es un destino ciclista que empieza a mostrarse imponente desde la localidad de Cuevas. Este puerto, que forma una frontera natural entre Asturias y León, ofrece un desafío encantador de algo más de 11 kilómetros, transitando por paisajes de gran belleza y cambios de altitud significativos.

La ruta desde Cuevas se inicia suavemente, pero los ciclistas descubren pronto las espectaculares herraduras y viseras que les mostrarán vistas imponentes del entorno. Aunque el comienzo es mayormente rectilíneo, a medida que se avanza, la ascensión revela su verdadero carácter con curvas desafiantes que despiertan la adrenalina de los ciclistas y regalan panorámicas inolvidables. Además, la carretera está en buenas condiciones, ancha y bien asfaltada, lo que garantiza una experiencia de subida disfrutable.

En el programa radial Todo Ciclismo Radio, Marce González acompaña a Miguel Ángel Granero, un ciclista que ha apadrinado el puerto con dedicación, sobrepasando las 500 ascensiones. Durante esta travesía, Marce y Miguel Ángel Granero intercambian impresiones y secretos del trayecto, alabando la serenidad que transmite subir entre nieblas, lo cual es distintivo y cautivador de los paisajes asturianos.

El puerto cuenta con un status de "puerto B", lo cual permite a los ciclistas apadrinarlo si realizan ascensiones continuas que acumulen al menos 500 metros de desnivel. Esta exclusividad añade un reto extra para los más apasionados, quienes pueden ver reflejados sus logros en un registro oficial. Además de su reto, la experiencia en este puerto es una terapia que ofrece la oportunidad de desconectar y descubrir la naturaleza en estado puro, haciendo de cada pedaleada un momento único para disfrutar y reflexionar.

En épocas del año, la niebla puede engalanar la subida, lo que cita a los ciclistas a andar más abrigados, no solo por la temperatura, sino también para ser visibles en el recorrido. Este fenómeno natural forma parte del innegable encanto que caracteriza a esta región. A su vez, la ruta, cruzando estas zonas, deja experiencias inolvidables que refuerzan ese vínculo especial entre el ciclista y el puerto.

El ascenso culmina cerca de una estación de esquí que resalta durante los meses de invierno, añadiendo una variabilidad entre el paisaje y el objetivo del puerto en esas épocas. Sin duda, el Puerto de San Isidro es una excelente oportunidad para cualquier aficionado que desee experimentar la conexión entre el cuerpo, la mente y la majestuosidad de la naturaleza asturiana.