CIMA: | CA13 |
Rouvy: | Ver ruta en Rouvy |
Más información: | Detalles en Retocima |
El Salto de la Cabra es un puerto de alta categoría ubicado en los majestuosos Picos de Europa, concretamente en la región de Cantabria. La ruta inicia en el desfiladero de La Hermida, adentrándose en un entorno puramente natural que encanta a sus visitantes. A lo largo de los primeros cinco kilómetros, el camino pavimentado lleva a los ciclistas a través de un frondoso escenario, hasta llegar a la población de Bejes. A partir de este punto, comienza la sección más ardua del recorrido, con otros cinco kilómetros de ascenso continuo sobre una carretera de cemento, en la que las pendientes raramente bajan del 10%, alcanzando incluso un promedio del 12% en algunas partes.
Este puerto, con un coeficiente APM de 345, se compara con algunas de las subidas más renombradas de Europa, superando incluso las pendientes de puertos icónicos como el Tourmalet. Aunque no alcanza la extrema dificultad de otros como el Mortirolo o el Zoncolan, sigue siendo un desafío exigente, requiriendo tanto preparación física como mental.
Durante la ascensión, acompañan vistas privilegiadas de los Picos de Europa, un hábitat de belleza inigualable que se extiende con cada pedalada. El clima es un factor a considerar, pues la exposición al sol en las áreas abiertas de la cima puede representar un reto adicional. El camino está grabado en 360 grados, permitiendo apreciar cada detalle del paisaje, aunque como se menciona, nada supera la sensación de estar allí en persona.
El recorrido no sólo es un reto físico, sino también un viaje íntimo por la naturaleza, permitiendo a los ciclistas conectar profundamente con el entorno. La subida hasta Bejes, que figura en el reto CIMA, no es simplemente un logro personal, sino una experiencia que enriquece el alma, y al finalizar, el camino desciende de nuevo hacia el punto de partida, cerrando de manera espectacular este recorrido por uno de los rincones más bellos de Europa.
Durante el ascenso, se contó con la compañía de un grupo de ciclistas que disfrutaba del entorno en un ambiente amigable. Entre ellos destacaba la presencia de Rafael, un participante conocido por su espíritu positivo y determinación, quien representa a muchos de los que no sólo buscan vencer la montaña, sino disfrutar del trayecto. Este espíritu refleja la esencia del ciclismo, donde cada pedalada es un paso más hacia el disfrute pleno de la naturaleza.
El Salto de la Cabra cautiva a quienes buscan algo más que un recorrido técnico. Ofrece la satisfacción de superarse y el lujo de experimentar paisajes únicos que quedan grabados en la memoria. Para aquellos valientes que se atrevan a enfrentarse a sus pendientes, la recompensa es la inigualable sensación de alcanzar la cima, un logro personal que pocos tienen el privilegio de experimentar.
Tiene pinta de hacerse largo en la Ascensión al Puerto de Viver de la Sierra
Vaya vistas desde la Ermita de Santa Ana en Beneixida