El Bosquet/Portixol

La subida al Portixol desde Moixent es una experiencia inolvidable para los amantes del ciclismo. Comenzando desde el tranquilo pueblo de Moixent, la ruta ofrece un recorrido de casi 9 kilómetros de ascenso continuo que se suaviza con pequeñas bajadas antes de llegar al cruce final, donde se corona el puerto del Portixol. El trayecto se caracteriza por sus amplias espirales y una altitud moderadamente llevadera, lo que permite disfrutar del entorno natural al máximo.

El recorrido inicia en el Bosquet, desde donde se puede observar una de las joyas arqueológicas de la zona, la escultura rupestre en el yacimiento de La Bastida de Les Alcusses. A medida que se avanza, la carretera se encaja entre formaciones rocosas singularmente bellas, situadas a la salida del pueblo de Julian. Es recomendable avanzar con calma para apreciar los sonidos del agua cercana, que añaden un toque de frescura al ascenso.

Las condiciones del camino son buenas en general, y se agradece el asfalto en buen estado que acompaña gran parte del trayecto. El puerto es intrínsecamente atractivo, con tramos visualmente impactantes que alternan sombras y luces, ideales para un paseo sosegado. Destaca la escasez de tráfico, permitiendo a los ciclistas concentrarse en cada giro y pendiente.

Un aspecto singular de este puerto es que el Portixol puede ser apadrinado, un reto que exige superar la subida 25 veces en un año. La vertiente de Moixent contribuye más de 500 metros de desnivel al desafío, situándola como parte esencial de este desafío para los entusiastas del ciclismo local.

Conforme se avanza hacia la cumbre, las vistas se amplían, ofreciendo panorámicas que recompensan todo esfuerzo. La carretera continúa rodeando cada cumbre hasta llegar a la cima, donde la vegetación y las sombras ofrecen alivio del sol. En la cumbre, el puerto del Portixol deja un recuerdo indeleble para aquellos que se aventuran a descubrirlo.