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Adentrarse en las tierras lusas ofrece a los ciclistas la posibilidad de ascender por el desafiante y espectacular puerto de Poiares, ubicado en la frontera entre Portugal y España, cerca del majestoso río Duero. Este puerto es corto pero increíblemente exigente, con una longitud de 4,1 kilómetros a una pendiente media del 11,6%, destacándose por sectores que alcanzan hasta el 25%, lo que lo convierte en uno de los más duros de Portugal. La elevación culmina a 641 metros tras superar un desnivel de 475 metros.
El ascenso se inicia con un primer kilómetro al 13%, seguido por una súbita transición al 8,4% en su segundo tramo. Sin embargo, la parte final presenta las mayores exigencias, con pendientes ascendiendo nuevamente al 12,5% y finalizando al 13%. Estas características lo catalogan como un puerto no apto para cualquier cicloturista, requiriendo una correcta gestión del esfuerzo y del ritmo, valorando tanto el estado físico como el mental.
El suelo se encuentra en un estado impecable a lo largo del recorrido, lo cual minimiza las excusas a la hora de afrontar esta dura prueba. Aunque las rampas del 20% aparecen esporádicamente, el puerto ofrece un momento de respiro a la mitad, brindando un pequeño descanso en el ritmo. Las subidas en esta región de Portugal son reconocidas por su intensidad y, Poiares no es la excepción.
A lo largo de la subida, el ciclista se enfrenta a vistas impresionantes, que incluyen el trazado serpenteante y el río Duero, que, junto con las montañas españolas en el horizonte, ofrecen un entorno inigualable. Sin embargo, no todo es deleite visual, ya que la dureza de las pendientes exige mantener un control constante sobre el pedaleo y aprovechar cada descanso para hidratarse adecuadamente.
Con su buen asfalto y su exigente recorrido, esta ruta comparte semejanzas con otros ascensos icónicos, como el de Bernia en Alicante, aunque con menos longitud y pendiente, ofrece una experiencia única. Subir Poiares promete ser una memorable experiencia para cualquier ciclista que busque explorar las rutas más desafiantes de la Península Ibérica.
Desafiando la inclinación en la vertiente del Pared de Benirrama
Curvas y curvas en la Ascensión Al Puerto Torri di Fraele